martes, 26 de mayo de 2009

PERFIL DE UNA RUPTURA


Tengo mucha experiencia en rupturas. Y con cada una de ellas acaba mi temporal adhesión a la proverbial máxima de que cada encuentro en el amor es un universo único, porque todos los míos han terminado de igual modo. Y en cada oportunidad me conmuevo menos. No hay justificaciones, sencillamente a veces temo rondar la psicopatía.
Psicópatas, personas incapaces de empatizar o de vivenciar sentimientos de culpa. Inescrupulosidad. Y cosificación del otro. Objetos que como tales pueden variar su valencia según la necesidad propia.
¡Y reafirmo que hablo de amor!, si acaso no desacierto ya en la definición de lo que siento. Y claro que en el momento del quiebre me duelo... Me duelo por el dolor del otro.
¿Y qué hay de mi dolor? ¿Qué hay de mi sensación de pérdida? No mucho. ¿Sinceramente? Pienso en lo que haré a continuación para disociarme de mi nuevo abandono. Pero no muere mi corazón, no me invade ninguna sensación de vacío que represente el fin de otro anhelo terminado. O fracasado, en mi caso.
Me anticipo a la sentencia, la vivo ya antes de comunicarla. Me alejo antes del final del camino, pues sola ya he llegado a su encrucijada. E incluso ya he elegido: no rumbo alguno.
Es por eso que no hay excusas a mi inmunidad, porque cuando un amor termina no debería de faltar una lagrima. Los veo marcharse (los siento también marcharse) y he deseado caminar y detenerlos. Sin embargo, esa es mi única expresión de sensibilidad: la de no hacerlo.
Y cuando cierro la puerta, empiezo a tangibilizar la inminente posesión de libertad y me relamo en la neófita incertidumbre. Y ella me despierta con su brújula descalabrada ... y la miro y encuentro, y confirmo, que no deseo llegar a ningún sitio... ¡No!, ¡más que eso!, siento una total trasmutación interior, ¡siento que quiero bajar de la montaña a hablarle al mundo!
Anoche mientras lo dejaba, la música sonaba cual oráculo con canciones que graficaban el concepto de sarcasmo. Reímos por eso. Pero Lennon no cantó "starting over", como él dijo que faltaba, antes de que empezara a sentir la brisa...

7 comentarios:

  1. muy bien! nada más oportuno que inicar un blog con una ruptura, vamos todavía!

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  2. Claro, Cip, mi texto es tan real que hasta comencé un blog! Gracias!

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  3. Le voy a decir algo que algún (ahora ya lejano) día me dijeron a mi: por más joven que seas ya has vivido mucho...

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  4. cierto, cierto.. es una buena frase, no se si tanto una buena certeza.
    Bienvenido a ud. también, mi gran amigo! Este blog está aún con los andamios a cuesta ya que nos falta un escrito inicial y detales nimios... pero quería que ya sepa donde pasarme a buscar para ir a tomar sol todas las mañanas. Lo quiero!

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  5. Ha, y claro, les presento a ambos, complacida, a otra gran amiga de la vida, la señorita Sofía. Andaremos juntas por aquí de ahora en más.

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  6. uff nena!
    Si estuvieras en el cuento de Oz, deberias hacerte pasar por el hombre de hojalatas, no?
    Para no sufrir no es necesario evitar y enmudecer.... no lo dejes inerte.
    Me conmovio la inmovilidad, paradoja?

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  7. Jaja, paradoja o resultado del encuentro entre opuestos.

    Hay veces que dejo inerte, pero hay otras que sencillamente no siento..

    numer nine.. number nine...

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