martes, 26 de mayo de 2009

POLEN


Yo vestiría mis ojos y mis manos con la piel que todo lo puede para ir a dar con tus brazos, pero no es época de margaritas. Y el camino me devolvería pálida al ofrecerme tanta luz, luego de tanta bella luna blanca, sin el gris de los pétalos entre mis dedos para cubrir las huellas del regreso y sin el amarillo corazón de esa flor para marcar otra vez mi boca con sangre, pero de polen. Y sí, una se va rasgando a una misma si no puede entretenerse rasgando el sorteo de una ilusión, cuanto menos.
No, no es época de margaritas y tampoco puedo prescindir que haya nubes a mi antojo. Es que me agrada que me sigan y vean que las miro extendiendo en sus efímeros pompones las batallas que vendrán. Espero comprendas, verás, ellas no pueden faltarme cuando los recuerdos, tan frescos aún que continúan siendo pálpitos, también se juegan al azar cuáles beberán de mí su existencia más allá de un par de días y de unos cuantos suspiros. Lamentablemente, no puedo con todos (aunque me los quedaría, te juro). Y claro, si no tengo margaritas las nubes, vicarias profesionales, deberán ser las oportunas juezas purgantes. Ellas son mujeres y entienden de remedios de urgencia. Pensá en la lluvia… Y no, ellas tampoco aguantan a veces.
No se si logro explicarme, mis ojos y mis manos no soportan quedar a solas con toda esa sensación de tu piel que todo lo puede. Eso, es difícil ir acompañando tu ausencia sin margaritas.

2 comentarios:

  1. Me ancanto!
    "...Ellas son mujeres y entienden de remedios de urgencia"
    He aqui, el nombre de tu proximo libro.... claro si, el primero ja!
    (yo lo compro, obvio!)

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  2. Jjajaja, no, probablemente te lo dedique :P

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